miércoles, 19 de junio de 2013

ESPERÁNDOTE


Mis pies acudían raudos a nuestra cita,
era una tarde preciosa de sol de primavera,
y la sangre de mis venas bombeaba mi corazón
como frágil Julieta al encuentro de su Romeo enamorado.
Podía oler la brisa con sabor al néctar de las flores,
me tumbé en el verde de un jardín, su color era tan intenso que,
parecía susurrarme al oído… soy la esperanza,
miré hacia el cielo, y su azul penetró en la ilusión de mis ojos.
Las agujas del reloj se desplazaban con demasiada lentitud
y pensé tomar un café durante la espera, mis labios degustaban
sorbo a sorbo el dulce sabor del escueto tiempo que quedaba
para encontrarnos.
De pronto, un sonido hizo sobresaltarme por un instante
y bajar de las nubes donde se columpiaban mis pensamientos,
era el teléfono, tu voz al otro lado, tan cerca y tan lejos al mismo tiempo,
decías que, intentarías llegar pero, no estabas seguro de ello,
colgué, mi sonrisa se quedó muda, y el último sorbo de café, me supo amargo.
El cielo empezó a nublarse, el verde del jardín ya no era tan intenso, y las flores, 
las flores habían perdido todo su aroma.
El reloj de repente parecía tener prisa, esperé durante unas horas, hasta que la noche
se apoderó del silencio. Regresé por el mismo camino por el que había venido,
en cada paso que daba, iba dejándote mi esencia, por si llegabas que pudieras encontrarme,
volví la mirada hacia atrás... nunca sabré si llegaste.



Copyright © Luisa LG



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