Te percibo...
... te detecto
... te observo
... te palpo
... te huelo
... te respiro
... te masco
... te escupo
... te lanzo.
Te pateo
... te protesto
... te odio
... te repudio…
Y sigues ahí, sin desaparecer,
continuas lucrándote de cerebros ingenuos y corazones
veraces.
¡Pero que perversa y putrefacta eres, hipocresía!
Dedicada a los que dicen llamarse hamigos con “h” (A los
hipócritas).
Luisa López Gómez
Del poemario: "Porque aún estoy viva" © /2011/
No hay comentarios:
Publicar un comentario