lunes, 17 de septiembre de 2012

REFLEXIONES...

Y ahora que me he acostumbrado a tí,
dime qué hago con mi soledad?

 ©Luisa López Gómez

6 comentarios:

  1. Terrible pregunta a la que es mejor no enfrentarse... Guapísima en esa foto!

    ResponderEliminar
  2. Arrojarla por la borda, que seguro que sabe nadar.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Un beso, Magda. Gracias, poeta hermosa!!

    ResponderEliminar
  4. Eso haré, Tomás, mil gracias por el consejo, y por pasearte un ratito por aquí.

    Besos poéticos!!

    ResponderEliminar
  5. La soledad, Luisa, es una "amistad de doble filo".

    Es tan impertinente como para aparecer cuando menos la necesitamos, pero cuando no la necesitamos siempre podemos abrazarla cuando necesitamos un poco de paz.

    Jamás olvides el sentimiento de la soledad, que jamás te sobrevenga en la noche, pues sus visitas son amargas cuando no recordamos que fue nuestra compañera.

    ResponderEliminar
  6. Me ha encantado tu comentario, Fabio.
    Es cierto, la soledad necesitada y querida algunas veces y odiada muchas otras... !!!

    Gracias por dedicarme un poquito de tu tiempo.
    Bicos!!

    ResponderEliminar