y con él,
mis días tristes
llenos de melancolía.
La lluvia se refleja en mis ojos
que se inundan de lágrimas
transformándolos del azul violeta
a un gris desolado.
Empiezan a caer las hojas
como se cae mi alegría.
La oscuridad
cierra pronto los días
y mi corazón se cierra
en los días de oscuridad.
El frío penetra
por cada poro de mi piel
traspasándome hasta el alma,
congelando... mi soledad.
© Luisa López Gómez
Septiembre-2010
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