Cuando despierto
al amanecer
sigo recordando
el brillo de tu mirada
iluminando mi piel
Una dulce sonrisa tuya
alegrando mi nuevo día,
delicadas caricias que,
jamás se olvidan y,
sigo recordando
tu cálido abrigo,
bajo el calor de mi lienzo
adormecido
Besos mágicos
desnudan mi alma,
mordisqueando
el sabor de mi labios
al finalizar el alba
El sonido del reloj
me advierte de la mañana
Seguiré recordándote...
en cada lágrima
Hola Luisa tienes un bonito espacio,
ResponderEliminarte dejo mis saludos.
feliz semana.
Gracias, Ricardo. Bienvenido...
ResponderEliminarSaludos!
"Seguiré recordándote en cada lágrima...", hay recuerdos que siempre permanecen, siempre.
ResponderEliminarPrecioso poema Luisa, un beso
Gracias mi querida Ana.
ResponderEliminarUn beso grande!!!